''Duda que sean de fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo''
William Shakespeare.

sábado, 18 de agosto de 2012

ÚLTIMO CAPÍTULO Capítulo 80 '' ¡Pero que cuquis por dios! ''


(Narra Paula)(2 años más tarde)
Sentada en la cama me encontraba mientras Justin iba hacia la cocina. Repasé todo lo que había ocurrido durante estos dos últimos años. Alba y yo nunca nos separábamos y los chicos estaban más unidos que nunca. Harry y Justin habían aprendido a llevarse bien al final. A finales del año pasado me había quedado embarazada. Alba me había ayudado muchísimo ya que ella tenía experiencia ya en esto. Justin también había estado preocupándose por mi. Y ya no hablemos de los chicos. Siempre me llamaban para saber como estaba.
Hacía dos meses que ya había dado a luz a una preciosa niña que se llamaría Lisa. Era la cosa más bonita que había visto en mi vida. Tenía el pelo claro como su padre y sus ojos color miel. Justin decía que su sonrisa era clavada a la mía pero a mí me gustaba pensar que la había sacado también de él. Era tan preciosa.
Claramente, Alba y Niall fueron sus padrinos. Cuando la niña y yo volvimos a casa después de estar dos semanas en el hospital nos encontramos con una habitación decorada perfectamente y muchísimos regalos encima de su pequeña cunita. Alba, Dani y Els se habían encargado de decorar la preciosa habitación de mi niña mientras que los chicos le compraron de todo.
-¿Cómo estás?- me preguntó  Justin mientras se acostaba de nuevo en la cama. Nos había despertado la niña y él se había levantado a acomodarla mejor.
-Bien, genial, como en un sueño- me tumbé sobre si pecho. Noté como se le puso la piel de gallina. Sonreí- ¿Y tú?
-Yo estoy genial. Tengo la mejor familia que podría alguien desear- me besó en la cabeza y descendió hasta mis labios.- Te quiero.
-Y yo.
                                                                               (…)
Ya era de día cuando volví a abrir los ojos. Justin ya no estaba en la habitación. Caminé lentamente hacia la habitación de Lisa para ver a mi dulce angelito. Eran las 9 y era hora de que tomara algo. La cogí en brazos dándole un suave beso sobre su pequeña cabecita y bajé con ella en brazos hasta la cocina. Ella seguía durmiendo. En eso también se parecía a su padre. Dormían como marmotas y no había quien los despertara.
Cuando el biberón estuvo listo la acaricié un poco para despertarla y abrió sus preciosos ojitos. Me senté en el sofá acurrucándola más entre mis brazos y empecé a darle el biberón. De pronto se abrió la puerta y aparecieron Alba y Niall que cargaban con su pequeño de dos años, Zayn, Louis, Eleanor, Liam, Danielle, Harry y por último Justin. Todos tenían una sonrisa pintada en la cara.

-Buenos días a todos- murmuré mientras observaba a mi pequeña.
-Buenos días peineta- me saludó Alba mientras se sentaba a mi lado. Michael se sentó junto a su madre.
-¿A qué debo vuestra visita?- les pregunté sonriendo.
-¿No sabes qué día es hoy?- dijo Justin.
-No tengo ni idea- y era la verdad. No sabía en qué día vivía.
-O sea que no te acuerdas del día en que cumples 24 años- me informó Harry con una sonrisa.
-¿Enserio? Vaya no me acordaba. Supongo que entre tanto trabajo que he tenido con la niña y con mi nuevo CD no me acordaba.
-Ay mi peineta que te nos haces mayor- me dijo Alba mientras me revolvía el pelo.
-Calla que tú ya los cumplirás- le eché la lengua y entonces se acercó Michael a mí.
-Madiina (Madrina)- me dijo con su acento de bebé.
-Dime, cielo.
-Esto es para ti- me dio una cajita pequeña. La abrí y vi un colgante con un corazón que se abría. Lo abrí y vi una foto de todos juntos.
-Ohhhh, pero qué monada. ¡Gracias cielo! – le di un abrazo fuerte a Michael. Luego se acercó a la niña y le cogió una mano.
-Es mu guapa- dijo sonriendo.
-Ohh, creo que a mi hijo le gusta tu niña, Bieber. ¿Qué  te parece tenerme como suegra?- dijo Alba bromeando. Todos miramos a Justin.
-Oh, de eso nada. Es mi niñita pequeña. Es mía- miró a Michael algo mal pero sabía que lo hacía de broma. Todos reímos.
-Oh, el pequeño Michael se ha fijado en Lisa. ¡Pero que cuquis por dios! – gritó Louis con voz de chica. Els le pegó en el hombro de broma.
-Gracias a todos por venir, enserio- les dije. Las lágrimas estaban a punto de salir.
-Sabes que no me perdería tu cumpleaños por nada del mundo- me dijo Zayn abrazándome con cuidado. Le pasé la niña a Harry ya que me la había pedido.
-Se parece mucho a ti- murmuró Harry sonriendo. Lisa le devolvió la sonrisa.- Tenéis la misma sonrisa. Es preciosa- me sonrojé algo ante aquello.
-Bueno, ¿quién quiere tarta?- gritó Danielle desde la cocina.
-Yo- dijimos todos a la vez. Acostamos de nuevo a Lisa y todos incluido Michael tomamos la tarta entre sonrisas y recuerdos.
Y ahí fue cuando supe que este cumpleaños sería inolvidable porque lo estaba pasando cono todas las personas a las que quería. También supe que nos depararían más aventuras porque nosotros no éramos personas normales pero, ¿quién es normal?
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Bueno, con este final medio raro finaliza esta novela. Quiero que sepáis que me he divertido mucho escribiéndola y emocionándome con todos vuestros comentarios. Muchísimas gracias por haberla leído aunque no sea muy buena. Que estoy más que encantada de haber echo esta novela porque gracias a eso desconecto un poco del mundo exterior. Gracias por apoyarme de verdad, con vuestros comentarios y demás. Sois las mejores seguidoras que he podido encontrar. Espero que no os haya decepcionado un poco el final pero he tratado de hacerlo lo mejor que he podido. No voy a hacer otra temporada ni nada. Es un final, final. Pero estoy con otra novela de One Direction  http://novelade1dmorethanthis.blogspot.com.es/ si os pasáis por ella me haríais un favor. Gracias por haberme acompañado todos estos meses. Muchsísimas gracias. Y bueno no sé que más decir, solo que sigáis leyendo. Os quiero lectoras. Mucho.
Paula XX

lunes, 13 de agosto de 2012

PENULTIMO CAPÍTULO '' ¡Al hospital ya!


(Narra Alba) ( 7 meses más tarde)
Una nueva mañana se abría ante mí. Miré el reloj. Eran las 9. Aún era temprano. Me levanté intentando no moverme demasiado para no despertar a Niall que dormía profundamente. Salí del cuarto y bajé las escaleras hasta la enorme cocina. Aún no me acababa de acostumbrar a todo esto. Observé mi barriga. La acaricié. La semana que viene si todo iba bien ya tendríamos a nuestro pequeño en casa.
Me preparé un Cola-cao y me senté en el sofá del salón con las piernas en alto. Paula me había estado ayudando mucho todos estos meses. Habíamos ido de compras para mi futuro hijo, me había estado trayendo chocolate todos los días porque en estos meses era un vicio para mí, me había estado llamando todos los días para preguntarme como estaba yo y su futuro ahijado y había echo infinitas cosas más por mí y para que yo estuviera bien. Niall también había estado pendiente de mí. No me dejaba sola ni un momento que el estuviera libre y si él estaba ocupado llamaba a Paula o a cualquier otra amiga para que yo no estuviera sola. La verdad es que se lo agradecía un montón. Él había tenido que soportar mis berrinches de embarazada, mis hormonas descontroladas, mis chillidos y nunca se había quejado. En algún que otro momento le había estado comentando a Paula que podría ser que me pudiera dejar pero ella estaba segura de que Niall no era de este tipo de chicos. Y tenía razón. Mucha razón.
Cogí el mando y empecé a pasar canales. No había nada interesante en la tele entonces traté de levantarme pero no pude. Miré hacia el sofá y estaba mojado. Una de dos. O me había meado o acababa de romper aguas. Opté por lo segundo. Asustada empecé chillar para que Niall se despertara pero pocas cosas lo despertaban. Intenté llegar hasta el teléfono y marqué el número de Paula.
(Llamada telefónica)
Paula: ¿Diga? (Voz de dormida)
Yo: Paula… Creo que acabo de romper aguas.
Paula: ¿Qué? ¿Cómo? (Chillando) Apaga el móvil. (Justin por detrás) Ya viene. Ay, dios, que ya viene (Chillando aun más) Ahora voy para allí pitando. Espérame. Llama mientras a una ambulancia. Y despierta a tu marido. Que gandul es.
Yo: Vale.
(Fin de la llamada)
Intenté subir como pude a la habitación y cuando llegué Niall seguía durmiendo. 
-Niall- lo llamé. No me hizo caso.- Niall- chillé se levantó de un brinco.
-¿Qué?
-Ya viene- señale mi panza y él saltó y se puso todo nervioso.
-Vale, venga no pasa nada. Ahora vamos al hospital. Hay que llamar a una ambulancia. No mejor te llevó en mi coche. No mejor…- estaba hablando solo y eso me hacía gracia. Unos fuertes dolores me sacudieron. Chillé a causa de ellos. – Madre mía.
En ese instante sonó el timbre. No pudimos abrir y oímos el sonido de la puerta de abajo abrirse. Sería Paula ya que es la única que tiene una copia de la llave de mi casa. Oí pasos subiendo por las escaleras a toda velocidad. Y pronto aparecieron Paula y Justin que estaban despeinado y sudando. Habían venido corriendo.
-¡Al hospital ya!- gritó mi amiga. Entre los tres me ayudaron a bajar al piso de abajo.
Justin cogió mi cazadora mientras mi amiga me ayudaba a estabilizarme y Niall sacaba el coche del garaje.
Cuando llegamos al hospital, entramos por urgencias. Todo el mundo nos miró nada más entrar. En ese momento no, por favor. Ser famoso no siempre es bueno y en este momento que mis dos mejores amigos y mi marido lo fueran no me causaba gracia. Todo el mundo vino hacia nosotros.
-¡Por favor! Necesitamos atención médica- gritó Justin. Enseguida apareció una camilla. Me tubé en ella.
-Todo va a salir bien. Tranquila- me susurró Paula. Y enseguida me llevaron a una sala de parto. Niall entró unos minutos más tarde con todo lo reglamentario para estar allí.
(Narra Paula)
Andaba de un lado para el otro. Estaba muy nerviosa. Mi mejor amiga estaba dando a luz y yo no podía calmarme. Sabía que todo iba a salir bien, bueno eso esperaba pero no podía sentarme. No podía permanecer quita ni un minuto. Ya llevábamos 3 horas esperando fuera y aún no había noticias de ningún tipo.
-Tranquilízate, mi amor- me intentó calmar Justin.
-¡No puedo!- realmente no había quien me aguantara en ese momento.
-Paula, cálmate. Todo va a salir bien- intentó calmarme esta vez Zayn. Ya habíamos llamado a los  chicos para que vinieran también. Ellos llevaban menos tiempo que nosotros esperando pero estaban también muy nerviosos.
-¿Y si no sale bien? – histérica perdida estaba en ese momento.
-Claro que va a salir todo bien. Relájate- dijo Danielle.
-¿Te voy a por un café?- preguntó Harry. Tenía cara de preocupación.
-No. Lo que quiero yo es entrar y ver como está Alba.
-Pues vamos a tener que esperar- dijo Zayn de nuevo. Los demás estaban sentados. Todos menos yo que seguía corriendo de una lado a otro paranoica perdida.
Al cabo de unas horas salió un doctor a explicarnos lo sucedido. Yo me dirigí hacia él la primera.
-¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Y el niño? ¡Hable doctor!- un manojo de nervios es como estaba.
-Todo ha salido bien. La señora Horan está en perfectas condiciones después del parto y ha tenido un niño sano y fuerte- respiré profundamente en señal de relajación.
-¿Podemos pasar a verlo?- le preguntó mi marido.
-Sí, pero no causéis mucho ruido por favor.
Entramos despacio en la habitación. Observamos desde la puerta a Alba con el niño en brazos y a Niall a su lado mirándolos más que sonriente.
-Oh, pero que escena más bonita- dijo Louis. Entramos todos. Miré al bebé de principio. Era la cosa más bonita que había visto. Era chiquitito. Reposaba en los brazos de Alba. Solté alguna lágrima de la emoción.
-¿Por qué lloras, peineta?- me preguntó Alba. Siempre con sus bromas.
-Es precioso. Me he emocionado- todos se rieron.
-Oh, no os riais, malas personas- protesté.
-¿Quieres cogerlo?- me preguntó Alba.
-¿Enserio?- le pregunté ilusionada.
-Claro que si. Mi hijo quiere conocer a su madrina.
Cogí al niño en brazos. Era precioso. Sus dedos rozaban mi piel. Eran pequeñitos. Y su nariz era chiquitita. Era una monada.
-¿Cómo vais a llamar al niño?- les preguntó Els.
-Pues… Prefiero que lo decida su padre- miró a Niall esperando una respuesta.
-Michael. Me gusta Michael- murmuró Niall.
-A mí también- les confesé yo.
-Pues decidido. Esta cosita hermosa se llamará Michael- dijo Alba sonriendo. Tenía razón. Era una cosita hermosa. 
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Queda solo un capítulo para dar fin a esta novela. Ya lo tengo escrito y en cuanto obtenga algún comentario lo subo! Espero que os haya gustado. Os quiero.
Paula XX

domingo, 5 de agosto de 2012

Capítulo 78 '' Sí. Acepto ''


(1 año después)(Narra Paula)
Habían pasado aproximadamente un año y seis meses desde que Justin y yo nos comprometiéramos y aún no me podía creer que pasadas unas horas fuera a ser la señora de Bieber. Después de la boda de Alba me di cuenta de que no tenía por qué estar nerviosa porque me casaba con la persona indicada.  Aun así, hoy lo estaba y es que dentro de unas horas seríamos algo más que prometidos.
A Alba y a Niall les iba muy bien en su matrimonio. Habían ido de luna de miel a varios sitios. Sitios que había escogido especialmente Alba como Venecia o NY. El único sitio que había elegido Niall era ir a Irlanda. Volver a su país para enseñárselo a su reciente esposa. Según Alba fue la mejor experiencia de su vida y la verdad es que me lo creo. Yo le había estado suplicando a Justin que me dijera a donde me iba a llevar de luna de miel pero era todo un secreto. Semanas después de que regresaran de su viaje, yo había acompañado a mi mejor amiga a junto un ginecólogo. Estaba bastante asustada porque creía que estaba embarazada y quería quitarse las dudas. Yo le había aconsejado que se hiciera una prueba de embarazo pero ella había insistido en ir a un ginecólogo. No quería preocupar a Niall y fui yo con ella. Cuando supimos la noticia de que realmente estaba esperando un hijo yo me puse increíblemente feliz. Alba también lo estaba pero a pesar de eso se notaba que estaba nerviosa y algo decepcionada. Los chicos pronto tendrían una nueva gira y esto solo le complicaría las cosas a Niall o eso creía porque luego cuando se lo contamos se puso tan contento que casi se cae por las escaleras cuando se lo contamos. Ahora Alba estaba más o menos de tres meses y no se le notaba nada.
-¡¡¡¡Paula, Paula, Paula, Paula, Paula!!!!- escuché unos gritos por toda la casa. Alba dormía esta noche conmigo para ayudarme por la mañana con los preparativos de mi boda. 
-¡¡¡¡¡Qué Qué Qué Qué Qué!!!!!!- le contesté riéndome. Ella estaba aún más nerviosa que yo.
-Tienes que dejar todo preparado para mañana. Desde las ocho de la mañana estarás en pie. He llamado a las chicas para que vinieran a las 7 y media- iba a protestarle porque era muy temprano pero me interrumpió.- Tranquila, les abro yo y luego te despertamos. Tenemos tres horas para arreglarte y luego coger la limusina que nos llevará a la iglesia- Justin había escogido una de las iglesias más grandes de todo Londres ya que había invitado a toda su familia y la mía también vendría. Además de amigos con los que habíamos compartido muchas cosas. – Tendrás media hora para contestar a varias preguntas de los fotógrafos y paparazis y luego entraremos en la iglesia, por supuesto sin que te vea Bieber. Allí estarán tu hermana, tu madre y tu padre para darte la enhorabuena y todas esas cosas. Y a las doce en punto será el momento que llevas esperando toda tu vida- era exagerado que lo tuviera todo controlado pero así era Alba. Todo organizado. Pero eso sólo lo había echo con mi boda, ya que en la suya no tenía tanta experiencia. También ella me había echo la maleta para la luna de miel porque decía que no podía tener ninguna pista de adonde me iba a llevar Just.
-A veces me asustas- le expliqué riéndome.- Me voy a dormir, aun que no creo que pegue ojo. Buenas noches.
-Descansa, cielo. Te quiero- me dio un beso en la frente y se fue a su antiguo cuarto.
Cuando me acosté en la cama tardé horas en dormirme. ¿Cómo lo sé? Porque la última vez que había mirado el reloj esa noche marcaban las 4 de la madrugada, luego por fin había caído ante Morfeo.
                                                                             (…)
Estaba ya en la capilla que había detrás de la enorme iglesia donde me iba a casar. Mis padres, mi hermana y mis tres mejores amigas me miraban con los ojos lacrimosos. Me entraba la risa tonta con solo de verlos. No tenían por qué llorar porque nadie se iba a morir. Solo iba a casarme. A unir mi vida con la del hombre al que amaba, amo, y amaré. El que sé que me dará todo lo que necesito y que siempre estará junto a mi. El único que me iba a querer tanto como yo lo quería a él. Les sonreí para intentar calmarlos.
-No lloréis, o lloraré yo también- dije con una mueca triste.
-Oh, tú no puedes  llorar- dijo Eleanor.- Que se te corre el maquillaje.
-Te dije que no quería que me maquillaras, Els- le dije a modo de aviso.
-Lo sé pero aun así te has dejado maquillar- contestó Els echando la lengua. Hizo que me riera.
-Estás preciosa, mi niña linda- dijo mi madre con lágrimas en los ojos.
-La verdad, es que con ese vestido no pareces tú- dijo mi hermana. Puse una cara interrogante.- Estás genial- me sonrió. Las abracé a las dos.
-Gracias por estar aquí conmigo en este día tan especial para mí- les agradecí a todos.
-No me lo perdería por nada del mundo- dijo mi madre.
-Es la hora de entrar- nos avisó Danielle. Las chicas salieron y mi hermana con ellas. Mi madre me dio un último abrazo y luego también se retiró. Mi padre me miró con semblante orgulloso.
-Hija mía, estoy más que orgulloso de ti. Y quiero que sepas que si algún día necesitas ayuda cuentas conmigo.
-Oh, eso ya lo sabía papá- le abracé fuertemente y no pude evitar derramar alguna que otra lágrima.
-Te quiero- me dijo.
-Y yo a ti, papá.
Empezó a sonar la música y salimos de nuestra pequeña capilla a una enorme iglesia. Millones de flashes se dispararon mientras yo y mi padre caminábamos hacia el altar. Miré a lo lejos y lo vi. Allí de pie con un traje negro y una corbata morada. Con su habitual cresta y su sonrisa resplandeciente. Me miraba mientras yo le sonreía. Y en ese momento supe que lo nuestro sería para siempre. No pude apartar la mirada de él. Tampoco pude quitarme la sonrisa de enamorada que lucía en mi cara. Justin era perfecto y era solo para mí. Solo mío y de nadie más.
Llegamos al altar y mi padre puso mi mano encima del brazo de Justin como muestra de consentimiento y dio comienzo la ceremonia. Después de unas cuantas palabras del cura llegaron las preguntas finales.
-Justin Drew Bieber, ¿aceptas como tu legitima esposa a Paula López, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y la riqueza todos los días de tu vida hasta que la muerte os separe?- nervios. Muchos nervios. Justin me miró serio y yo a él con una mirada nerviosa.
-Acepto- dijo convencido. Un suspiró salió de mi boca. Hice que la gente se riera incluido Justin que mostró su dentadura perfecta.
-Paula López, ¿aceptar como tu legítimo esposo a Justin Drew Bieber, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza todos los días de tu vida hasta que la muerte os separe?
-Sí. Acepto- dije sonriendo.
-Si alguien tiene algo que objetar que hable ahora o calle para siempre- murmuró el cura. Justin y yo miramos a todos los presentes esperando que nadie objetara nada. Miré a Harry. Un instinto que tenía me hizo girar la vista hacia él. Se encontraba incómodo y parecía que iba a levantarse para decir algo pero Zayn lo sujetaba por las manos y Louis lo abrazaba por detrás. Suspiré agradecida.
-En vista de que nadie tiene nada que decir. Yo os declaro marido- señaló a Justin.- Y mujer- me señaló a mí. Sonreímos los dos.- Ya puedes besar a la novia- y así lo hizo. Justin depositó sus labios en los míos en un cálido beso que irradiaba amor. Que demostraba el sentimiento que sentía hacia mí. Amor.
-Te quiero- me susurró.
-Y yo.
Un aplauso estalló por toda la iglesia y Justin volvió a besarme esta vez con más intensidad.
                                                                                      (…)
Íbamos camino a nuestra luna de miel. Aún no sabía nuestro destino y tampoco lo intuía. Estaba nerviosa por saber a donde me llevaría aunque me valía cualquier lugar con tal de estar a su lado. El avión aterrizó y Justin  me dijo que ya podíamos bajar. Nada más pisar el aeropuerto me fijé en algún letrero que me indicara donde estábamos. Y lo ví. Estábamos en la ciudad del amor. En París. Éste era mi sueño. Estar en Paris con mi marido, en nuestra luna de miel. Ya había estado aquí una vez por un concierto de Justin pero no había visitado nada. Ahora era mi oportunidad.
-Gracias, gracias, gracias, gracias - lo abracé mientras el carcajeaba.
-Tú lo habías dicho y yo cumplo tus deseos, princesa. Esta es la ciudad del amor y nosotros somos dos enamorados felices. Quiero disfrutar de todo contigo. Te amo- y me hizo llorar. Llorar de felicidad. Y luego posó sus labios en los míos. Una leve caricia y luego se separó. Me sonrió. Él era feliz, pues entonces yo también lo era.
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Antes de que penséis que se ha acabado, no! aun no! XD pero quedará como mucho unos 2 o 3 caps. Espero que os guste este! Os quiero.
Paula XX